Por primera vez emiten un comunicado conjunto

Omaida Melissa García | Periódico 637

Morelia, Michoacán a 04 junio 2022.-  La barbarie de la violencia, está abriendo una puerta para la paz, asientan obispos, sacerdotes jesuitas y vida religiosa en un comunicado común emitido por primera vez.

Desde el 2018, año en que asumió la presidencia Andrés Manuel López Obrador, siete sacerdotes han sido asesinados en todo el país. Los últimos dos casos son los de Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, jesuitas ultimados en la sierra de Tarahumara del estado de Chihuahua..

En Michoacán, el domingo 3 de julio, el sacerdote Mateo Calvillo Paz, encargado de la Comisión de Evangelización en Radio y Televisión para la Arquidiócesis de Morelia, fue víctima de una golpiza que le propinó un “sicario” en el municipio de Queréndaro.

Ante la ofensiva de violencia, la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, emitieron por primera vez, un comunicado conjunto, pues aseguran que diariamente se cometen en México, asesinatos y desapariciones, sin embargo asumen que ello es un llamado de Dios para pedir por la paz. 

“La sangre derramada de estos hermanos y hermanas es la sangre de Jesús que cae a la tierra para hacerla fértil y emprender un camino por la paz”, se lee en el comunicado compartido a medios de comunicación.

Tras convocar a una Jornada de Oración por la Paz, solicitaron realizar cuatro acciones.

  1. En todas las misas a celebrarse el próximo 10 de julio se hará memoria de todos los sacerdotes, religiosos y religiosas que han sido asesinados en el país y se ofrecerá la eucaristía por su vida, para que su dolor acompañe el camino por la paz. En los templos se podrán colocar fotografías de esos hombres y mujeres que han dado su vida por el pueblo de Dios y han recibido la muerte violenta. 
  2. Durante el mes de julio se pide celebrar misas o realizar oraciones comunitarias en lugares significativos que representen a todas las personas que han desaparecido o sufrido una muerte violenta, sean homicidios dolosos, feminicidios, activistas sociales o cualquier otra persona en situación de exclusión o vulnerabilidad, ahí existe una herida que sanar y ahí está la fuerza que hoy necesita el país para construir la paz, asientan. “Hacer memoria de la muerte y resurrección de Jesús, en estos lugares, transformará el miedo en fuerza para construir la paz”.
  3. Como signo profético de la Iglesia Católica, en las eucaristías del día 31 de julio se pedirá por los victimarios, “oremos por sus vidas y la conversión de sus corazones, tendamos la mano para recibirlos con el corazón arrepentido a la casa de Dios. Ellos también son nuestros hermanos y necesitan de nuestra oración. No más violencia en nuestro país”.
  4. Cada Diócesis, Congregación Religiosa o Parroquia, definirá las acciones a emprender para abonar a este camino para la paz, como son horas santas, procesiones por la paz, mensajes al pueblo de Dios. 

“Hoy necesitamos historias de esperanza, imágenes donde veamos a la comunidad orando y pidiendo por la paz. Les pedimos difundir sus acciones en las redes sociales”.

Alcanzar la Paz es complejo, precisa, por lo que se necesita de “todos” para atender desde la raíz lo que el país necesita.

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