Un Llamado a la memoria y a la justicia de las sin voz
Omaida Melissa García
Apatzingán, Michoacán a 22 de octubre de 2024.- Al celebrarse el 210 aniversario de la sanción del Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, un hito que no solo marcó el inicio de la libertad para México, sino que también sentó las bases de la primera Constitución de América, se recordó la figura del Generalísimo José María Morelos y Pavón, pero también se hizo un llamado urgente a reconocer la valiosa contribución de las mujeres en la lucha por la independencia.
“Temamos a la historia, que ha de presentar al mundo, el cuadro de nuestras acciones”, exaltaría Morelos en 1813 y que en esta ocasión retomaría la Magistrada presidenta del Tribunal Electoral de Michoacán, Alma Rosa Bahena Villalobos como recipientaria de Presea del Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana de 1814.
Bahena destacó en su discurso que aunque no hay registros precisos de las mujeres que participaron directamente en el Congreso de Anáhuac, su presencia y apoyo fueron fundamentales para el movimiento independentista.
Las mujeres de esa época, aunque a menudo ignoradas en los relatos tradicionales, desempeñaron roles cruciales como mensajeras, espías y combatientes. Sin embargo, su valentía tuvo un costo. Muchas fueron capturadas, torturadas o incluso asesinadas, dejando tras de sí un legado de sacrificio que hoy urge a reconocer y honrar. “Es un acto de justicia histórica que las voces de estas heroínas anónimas sean incluidas en la narrativa nacional”, mencionaría.
Reafirmó la importancia de visibilizar la lucha de todas aquellas mujeres que, al igual que Morelos, soñaron con un México más justo, equitativo y libre. Se destacó que este reconocimiento no solo es un tributo a las que la precedieron, sino también un compromiso con las mujeres de hoy que continúan la lucha por sus derechos, en un país que, aunque ha avanzado, aún enfrenta desafíos en la igualdad de género.
La receptora de este homenaje expresó su gratitud a nombre de todas las mujeres que, a lo largo de la historia, han sido parte fundamental de la construcción de un México más inclusivo. Resaltó que los derechos políticos que hoy se disfrutan son el resultado de las luchas de generaciones anteriores y de la solidaridad de hombres y mujeres comprometidos con la equidad.
Con un fuerte compromiso hacia la ciudadanía, reafirmó la intención de seguir ampliando y garantizando los derechos políticos de los grupos más desfavorecidos, desde las comunidades indígenas hasta la comunidad de la diversidad sexual. Este llamado a la inclusión y a la justicia se enmarca dentro de los principios de igualdad que inspiraron a los fundadores de nuestra nación.
Al concluir su discurso, se hizo eco de la esperanza de que las futuras generaciones puedan vivir en un país donde la inclusión y la libertad de violencia sean una realidad. “Por todas ellas: ¡Muchas gracias!”, fue el mensaje que resonó en quienes buscan un México más justo, donde la historia no olvide a quienes han luchado por el bienestar de todos.
